Ganador en su clase en el Rally de Montecarlo de 1949, en las 24 horas de Le Mans de 1951, en las Mil Millas de 1952, en la Maratón Lieja-Roma Lieja de 1954 o la consecución del segundo puesto de la general en el Tour de France, demuestran que el pequeño Renault 4CV consiguió mucho más que los objetivos que le habían marcado como motorizador de las familias de posguerra.
Aquí vemos a D. Jose Antonio Garcia Latorre disponiendo el suyo para ir de viaje.