El Mercedes R107 presentado en el Salón de Barcelona de 1971 fue recibido por la prensa especializada con bastante desdén en lo que se refiere al aspecto estético, que tachaban de pesado y con falta de personalidad.
El tiempo demostró que estaban muy equivocados, pues no solo la estética fue globalmente aceptada, sino que sirvió de guía para los modelos Mercedes posteriores durante varios lustros.