Presentado en 1974 la prensa indicó que tenía una dirección algo imprecisa, asientos calurosos y acabado muy simplista. Por contra, valoraba positivamente la estética, el consumo reducido, los frenos bien estudiados y la suspensión mejorada con respecto a la del 850 de la que provenía.
Lo mejor, un diseño netamente español sin gemelo FIAT del que se hicieron 190.984 unidades.